He descubierto recientemente (tarde, pero mejor que nunca) el maravilloso mundo del teñido con índigo natural que ha sido utilizado por siglos por distintos pueblos alrededor del planeta. Es fascinante, casi mágico. Cuando sale la tela del baño es de un color verde oscuro, para nada interesante, pero a medida que se va aireando se transforma en verde azulado, azul verdoso y finalmente en un hermoso azul cielo, tanto más intenso cuantas más veces se repita el proceso. Después de analizar las opciones de recetas para el teñido - porque el índigo no es soluble en agua, necesita de ciertos agregados para hacerlo reaccionar- opté por el método más natural (bueno, también porque encontré cierta dificultad para obtener los reactivos, que en otras partes del mundo son de uso corriente pero acá no y mi impaciencia natural no me permitió tomarme el tiempo necesario para buscarlos y utilicé elementos que tenía al alcance) y que en definitiva también es el más ecológico. Primero preparé la mezc...